El muro geológico
EL MURO GEOLÓGICO
¿Sabes qué son los procesos geológicos? ¿Cuál es el efecto de la erosión, sedimentación o vulcanismo?
El Muro geológico del Museo de la Ciencia CosmoCaixa se compone de sietes grandes piezas reales originadas por procesos geológicos distintos, los cuales han contribuido a modelar la estructura de nuestro planeta.
Para acceder, es necesario comprar la entrada del museo
"CADA DÍA VUELVE FORZOSAMENTE A LA MENTE DEL GEÓLOGO QUE NADA, NI SIQUIERA EL VIENTO, ES TAN INESTABLE COMO EL NIVEL DE LA CORTEZA DE LA TIERRA."
CHARLES DARWIN
El Muro geológico es uno de los elementos emblemáticos del Museo de la Ciencia CosmoCaixa. Cada corte ilustra una estructura geológica y se acompaña de un experimento que muestra los procesos geológicos que la han originado. Algunos de ellos son superficiales, como la erosión y la sedimentación, y otros son procesos internos, como el vulcanismo, las fallas o los pliegues.
Con la geología al alcance de nuestra mano, podremos gozar de la belleza de siete piezas de roca procedentes de distintos lugares, con una longitud total de 24 metros y un peso conjunto de más de 90 toneladas. Cada una de ellas ilustra un proceso geológico que ha sido de importancia fundamental en la estructura y la formación de nuestro planeta.
UNA HISTORIA COLOSAL
Las siete piezas que conforman el Muro geológico muestran cómo los procesos geológicos modelan la orografía terrestre. Las sales potásicas de Súria y las pizarras de León son el resultado de los pliegues que sufren las rocas, y las fracturas o diaclasas del gres de Puig-Reig nos permiten entender cómo se forman. De origen más lejano, las varvas glaciares de Itú son capas delgadas que muestran el proceso de sedimentación ocurrido en el fondo de un lago glacial brasileño. Las dunas fósiles de Palma, formadas por carbonato cálcico procedente de fragmentos de caparazones de animales, componen la piedra arenisca de las Islas Baleares. Finalmente, podemos ver cómo el volcán Croscat ha formado las gredas volcánicas de Olot, y cómo, cuando los sedimentos se mueven y la roca no puede deformarse, la piedra se rompe y aparece una falla, como la que se aprecia en el bloque de piedra de Crespià.
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Dos tipos de procesos geológicos esculpen el territorio. Unos son de origen externo, se dan en la superficie terrestre. Incluyen la propia descomposición de las rocas, llamada meteorización, la erosión, que implica el desgaste del suelo y de las rocas y el transporte de ese material de un lugar a otro del paisaje, y la sedimentación, fase en la que esos materiales vuelven a ser depositados en la superficie. Son varios los agentes físicos involucrados: el efecto del agua en todos sus estados, el viento, la temperatura, la humedad o los propios seres vivos. Por otro lado, los procesos geológicos de origen interno se desencadenan a partir de movimientos que tienen lugar bajo la corteza, como las erupciones volcánicas o los terremotos. A través de la historia de la Tierra, todos esos fenómenos han ido modelando un paisaje eternamente cambiante y han determinado, en gran parte, las características de las rocas.